Carta desde Dimensión adicional

La dimensión Adicional que se abría al salir, entrar, salir, entrar, salir, entrar, de la puerta principal de una casa ubicada en Av. Santa Rosa, 62... 62... pares, impares todo impecablemente maquinado para mantenernos configurados y atados. Pero lo que nadie sabe es que cuando sales y entras mas de seis veces seguidas. El cosmo se alinea y sales disparado por un túnel espacial lleno de relojes (es verdad lo de los relojes) y muchísima luz, (que me explicaron después, que esa luz se había generado por todas la veces que un niño apunto al cielo con su linterna o lacer), se veía tan bonito y parecía que ibas abrazado de un abrazo de amor que te llega a poner moribundo.
Porque si siguen viviendo allá se les va a ir la moto y no digo que sea bueno. Es pésimo, porque se te va a venir el mundo encima y porque cuando te preguntan en el paradero de que Av mas menos vives, se en el lugar que sea que te pregunten se te sale: XX de Santa Rosa ya te ponen la cara y si te ven con la peinadita a lo Romano cagaste, corre en la calle y cagaste, cuando el PACO te pille te va a preguntar de donde y Cagaste

Por eso se los digo. Háganme caso déjense de escribir Güebadas y póngase a abrir la puerta. Yo los quiero muchísimo